Santo Domingo de la Calzada, en La Rioja, es famosa por ser una de las etapas más importantes del Camino de Santiago. Esta localidad, con una rica historia ligada al peregrinaje, ha sido durante siglos un punto clave para los caminantes que se dirigen a Santiago de Compostela. Su catedral y la leyenda del milagro del gallo y la gallina han dado a este lugar un estatus único dentro de la ruta jacobea.
La historia de Santo Domingo de la Calzada
El Origen de la Ciudad: Domingo García
La ciudad debe su nombre a Domingo García, un ermitaño nacido en el siglo XI, conocido por su obra en favor de los peregrinos. Tras no ser aceptado como monje en el monasterio de San Millán de la Cogolla, Domingo dedicó su vida a mejorar las condiciones del Camino de Santiago. Fue él quien, hacia 1040, construyó un puente sobre el río Oja, una calzada para los peregrinos y un hospital para atender a los viajeros. De aquí proviene el nombre de la ciudad, "Santo Domingo de la Calzada", en honor a la calzada construida por el santo.
La evolución de un centro de peregrinación
Santo Domingo no solo levantó infraestructuras clave para el peregrinaje, sino que con el tiempo el pequeño asentamiento fue creciendo hasta convertirse en una importante ciudad medieval. En el siglo XII, tras su muerte, fue canonizado y comenzaron a atribuirle milagros, lo que atrajo aún más peregrinos a la zona. La ciudad se consolidó como un paso obligado en el Camino de Santiago y su relevancia creció.
La Catedral de Santo Domingo de la Calzada
La construcción de la Catedral
La Catedral de Santo Domingo de la Calzada comenzó a construirse en el siglo XII sobre la tumba de Santo Domingo. Se trata de un templo que combina estilos románico y gótico, reflejando las distintas fases de construcción que abarcó varios siglos. Originalmente, fue concebida como una iglesia de peregrinación, para acoger a los fieles que venían a venerar la tumba del santo. Su estructura, con una planta de cruz latina y tres naves, está pensada para albergar a un gran número de visitantes.
El gallo y la gallina: el milagro más famoso
Uno de los elementos más llamativos de la catedral es la presencia de un gallo y una gallina vivos dentro del templo, lo que se debe a una popular leyenda medieval. Según la historia, un joven peregrino fue falsamente acusado de robar en una posada local y fue condenado a la horca. Sus padres, tras rezar a Santo Domingo, descubrieron que su hijo aún estaba vivo porque el santo había intervenido. Cuando acudieron al juez, que estaba a punto de comerse un gallo asado, el animal revivió y cantó, lo que demostró la inocencia del joven. Desde entonces, un gallo y una gallina se mantienen en un gallinero dentro de la catedral en honor a este milagro.
Estilo arquitectónico y elementos destacados
La catedral es un ejemplo del desarrollo arquitectónico del románico hacia el gótico. Entre sus características más destacadas están el claustro, la capilla del Santo, donde reposan los restos de Santo Domingo, y su imponente torre exenta, construida en el siglo XVIII en estilo barroco. Esta torre se alza independiente del cuerpo de la catedral, algo poco común, y ofrece unas vistas magníficas de la ciudad y los alrededores.
Otro de los elementos sobresalientes es el retablo mayor, obra del escultor Damián Forment en el siglo XVI, que combina escenas de la vida de Cristo y Santo Domingo.
La importancia de Santo Domingo de la Calzada en el Camino de Santiago
Un punto de encuentro para peregrinos
Durante la Edad Media, Santo Domingo de la Calzada era uno de los puntos más concurridos del Camino de Santiago. El hospital y las infraestructuras creadas por Santo Domingo proporcionaban refugio y seguridad a los peregrinos que cruzaban la región. Hoy en día, sigue siendo un lugar importante para los caminantes, que a menudo se detienen en la ciudad para visitar la catedral y rezar ante la tumba del santo.
La devoción a Santo Domingo y su obra sigue viva en la actualidad. Cada año, la ciudad celebra sus fiestas en honor al santo con procesiones, representaciones teatrales del milagro del gallo y la gallina, y actividades para los peregrinos. La ciudad mantiene su atmósfera medieval, lo que la convierte en un lugar ideal para experimentar la tradición del Camino de Santiago.
Su catedral no solo es una joya arquitectónica, sino que encarna el espíritu de hospitalidad y milagro que ha acompañado al Camino de Santiago durante siglos. Para cualquier viajero o peregrino que recorra esta ruta, Santo Domingo de la Calzada es una parada obligada, rica en historia y cultura.
Comentarios