Antioquía de Pisidia: una ciudad clave en la Ruta de San Pablo.
- asanzbarrios
- 29 oct
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En el corazón de Turquía, en las montañas de Anatolia, se alzan los restos de Antioquía de Pisidia, una antigua colonia romana que fue testigo de uno de los momentos más importantes en la expansión del cristianismo.
Hoy, este yacimiento arqueológico forma parte de la Ruta de San Pablo, uno de los recorridos de peregrinación más apasionantes para quienes desean revivir los pasos del Apóstol por Asia Menor y comprender el contexto histórico y espiritual de sus viajes misioneros.
Una ciudad entre Oriente y Occidente
Fundada por Antíoco I Sóter en el siglo III a.C., Antioquía de Pisidia surgió como una ciudad estratégica para controlar las rutas comerciales entre Frigia y Pisidia. Su situación geográfica, en una zona montañosa a más de 1.200 metros de altitud, le otorgó un carácter defensivo y una posición dominante sobre el valle.
Cuando el emperador Augusto la incorporó al Imperio Romano como colonia de veteranos, pasó a llamarse Colonia Caesarea Antiocheia y se convirtió en una de las ciudades más florecientes de la región. Su planificación urbana seguía el esquema clásico romano, con un foro central, templos, termas, teatro y amplias avenidas. Además, Antioquía fue un importante punto de conexión en la Vía Sebaste, la gran calzada romana que unía la costa mediterránea con el interior de Asia Menor.

Tesoros arqueológicos de una colonia romana
El yacimiento de Antioquía de Pisidia conserva aún hoy un conjunto monumental impresionante:
El Templo de Augusto
Situado en el punto más elevado de la ciudad, era el edificio más representativo del culto imperial. Dedicado al emperador Augusto, símbolo de la autoridad de Roma, su construcción en piedra caliza y su pórtico de columnas corintias mostraban el esplendor arquitectónico de la colonia. Aunque solo quedan fragmentos de muros y basamentos, su emplazamiento domina todo el yacimiento y ofrece una visión panorámica del valle.
El Teatro Romano
Uno de los elementos mejor conservados. Con capacidad para unos 15.000 espectadores, el teatro de Antioquía de Pisidia conserva parte de sus gradas y del muro escénico, lo que permite imaginar la vida social y cultural de una ciudad próspera. Desde este punto, las vistas hacia las montañas son impresionantes, lo que hace de la visita una experiencia visual y emocional única.
La Basílica de San Pablo
El punto más sagrado del yacimiento —y uno de los más emblemáticos para la peregrinación a Turquía— es la Basílica de San Pablo, construida siglos después en el lugar donde, según la tradición, el Apóstol predicó por primera vez en Antioquía.
Se trata de una basílica paleocristiana edificada entre los siglos IV y V d.C., posiblemente sobre los restos de una casa-iglesia anterior. La planta del edificio es basilical, con tres naves separadas por columnas de mármol, un amplio ábside semicircular orientado al este y un atrio que precedía la entrada principal. El conjunto, aunque hoy en ruinas, permite apreciar la monumentalidad y el refinamiento arquitectónico de una de las primeras iglesias dedicadas a San Pablo.
En su interior se conservan restos de mosaicos decorativos con motivos geométricos y fragmentos de inscripciones griegas que hacen referencia a la comunidad cristiana local. Algunos estudios arqueológicos sugieren que el templo pudo haber sido un centro episcopal durante los primeros siglos del cristianismo, lo que refuerza su papel como lugar de culto y referencia espiritual para los fieles del Asia Menor.
Durante la Edad Media, la basílica siguió siendo punto de peregrinación, especialmente para los monjes bizantinos que recorrían los lugares asociados a los Apóstoles.
Hoy, quienes emprenden la Ruta de San Pablo en Turquía reviven esa experiencia al visitar el santuario, caminando entre sus restos y rezando en el mismo lugar donde Pablo y Bernabé proclamaron por primera vez el mensaje de Cristo en una comunidad pagana.

Peregrinar hoy a Antioquía de Pisidia
Más allá de su pasado romano, Antioquía es recordada sobre todo como uno de los primeros lugares donde San Pablo predicó el Evangelio en sus viajes misioneros. Su visita, narrada en los Hechos de los Apóstoles (Hch 13, 14-52), marcó el inicio de la expansión del cristianismo entre los gentiles y transformó para siempre el destino espiritual de la región.
Hoy, Antioquía de Pisidia forma parte de los itinerarios más relevantes de la peregrinación a Turquía, junto con lugares como Tarso, Éfeso, Mileto o Derbe. Las autoridades turcas han promovido la conservación del yacimiento y la señalización de la Ruta de San Pablo, que permite recorrer caminos históricos, visitar antiguas iglesias rupestres y descubrir los paisajes que acompañaron al Apóstol en su misión evangelizadora.
En Turismo y Peregrinaciones 2000 —agencia de peregrinaciones en Madrid, especializada en viajes religiosos en grupo por todo el mundo—, contamos con una amplia experiencia en la organización de peregrinaciones a Turquía, siguiendo la Ruta de San Pablo. ¡Contáctanos! +34 913 553 000 o en informacion@turismo-2000.com
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